Desde el siglo XVII la semántica moderna ha intentado perfilar un concepto de felicidad acorde con la emergencia del individualismo de una nueva época que perdía el refugio comunal. A pesar de los intentos de la modernidad por generalizar expectativas de comportamiento para una sociedad feliz (en el utilitarismo, en el marxismo, en el liberalismo), la felicidad se mantuvo obstinadamente en la esfera individual transformándose en su símbolo. La felicidad es una vivencia de alter que no puede ser vivenciada por ego, pues la sociedad -al menos hasta hoy- no ha desarrollado una constelación simbólica significativa para probabilizar la comunicación de la felicidad y de su lado externo, la infelicidad. Esto es lo que hace a la felicidad/infelicidad incomunicables en una sociedad moderna, y afirma a la vez la radicalidad individualidad del individuo en ella.
Mascareño, A. (2005). Sociología de la Felicidad: Lo Incomunicable. Cinta De Moebio. Revista De Epistemología De Ciencias Sociales, (23). Recuperado a partir de https://lenguasmodernas.uchile.cl/index.php/CDM/article/view/26079